El Internet y su historia están marcados por malentendidos y equivocaciones. Este patrón se mantiene hasta hoy: la última estimación equivocada se refiere al potencial democratizador de Internet y a la esperanza de que podría ofrecer una plataforma a las voces no escuchadas. Pero la libertad de expresión que muchxs adquieren en la red hace que otrxs sean calladxs.