El día 17 de diciembre de 2014 no pocos en el mundo quedaron estupefactos ante las noticias dadas a conocer por los gobiernos de Cuba y los Estados Unidos, que hasta ese momento habían estado enfrascados en un conflicto irreconciliable desde los primeros meses de 1959. La sorpresa fue de tal magnitud que desde que fueron reabiertas las embajadas de Cuba y Estados Unidos en Washington y La Habana, respectivamente, entre junio y julio de 2015, la pregunta que todos se hacen es ¿cuánto han cambiado las relaciones cubano-estadounidenses? ¿Terminó el conflicto entre ambos países? ¿Cuba adoptará la imagen de un país con presencia arrolladora del estilo de vida estadounidense? Y otras muchas más. Pero responder esas interrogantes no sería solo un acto de especulación. Lo ocurrido sólo puede ser evaluado en el contexto de lo transcurrido en la bicentenaria historia de las relaciones entre esos países. Lo que deberá ocurrir deberá estar subordinado a los objetivos que cada uno de ellos ha declarado.
Aunque de lo anunciado el 17 de diciembre lo que más resalta es lo referido a las relaciones bilaterales cubano-estadounidenses, no debe olvidarse que en realidad se trató de dos noticias.
Raúl Castro y Barak Obama anunciaron que tres de los cinco cubanos que habían sido condenados por espionaje en Estados Unidos serían liberados (incluso uno de ellos había sido condenado a dos cadenas perpetuas). Por otra parte, también fueron excarcelados dos ciudadanos estadounidenses que cumplían condena en Cuba por atentar contra la seguridad del estado.
Sin embargo, fue el otro de los anuncios el que realmente conmocionó a la opinión pública internacional. Tras 55 años y 10 meses de un conflicto de una intensidad sin precedentes en la historia de las relaciones interamericanas, ambos mandatarios expresaron la decisión de restablecer relaciones diplomáticas como el punto de comienzo de la distención del conflicto hegemonía versus soberanía en el que sus países habían estado involucrados por más de dos siglos.
La severidad de un intenso antagonismo que había rebasado el medio siglo de existencia oscureció tanto su carácter histórico como los anteriores intentos – fallidos— de relajar las tensiones entre los países involucrados.
De la espera paciente al dominio neocolonial
La emergencia de la nación estadounidense, en 1783, tuvo entre sus perspectivas la consideración de que Cuba era un territorio que por su localización geográfica poseía importancia estratégica para asegurar su defensa ante posibles agresiones de las potencias europeas. Pero carente del poderío militar para enfrentar esos poderes decidió poner en práctica una política hacia Cuba en la que, por una parte, hizo saber que no sería indiferente a que la Isla dejara de ser una posesión colonial española y, por la otra, hacía gestiones para comprar Cuba a España. Es decir el siglo XIX fue, en la política exterior de la emergente nación, el de la espera paciente para hacerse de la Mayor de las Antillas.
Esa es la razón por la cual, una vez completadas las fronteras de la Unión Americana y estructurada su economía en torno a los monopolios y el capital financiero, el gobierno estadounidense pudo hacer transitar su política exterior del aislacionismo al internacionalismo, es decir el expansionismo. De modo que su participación en la segunda guerra por la independencia de Cuba contra el colonialismo español le ofreció la oportunidad para suplantar a España como el poder hegemónico sobre la Isla. Cuatro años de ocupación militar (1898-1902) fueron suficientes para configurar la economía y políticas cubanas para insertar a la Isla en la dinámica de la sociedad estadounidense desde una posición dependiente.
En 1934 un informe de la Foreign Policy Association dio cuenta de las causas irrefutables por las que los tres años anteriores había ocurrido en Cuba una revolución, que a pesar de haber fracasado había conmocionado el poder estadounidense en la Isla y que por lo tanto era preciso una política destinada a impedir otro movimiento revolucionario de carácter antimperialista en la avanzada de su dominio hacia el sur del hemisferio.
Nuevamente, en 1951 la situación de Cuba amenazó la hegemonía de Estados Unidos sobre Cuba. El fin de la Segunda Guerra Mundial puso en evidencia que la contracción de la economía cubana nuevamente podía crear peligrosas condiciones de inestabilidad política. El informe que el gobierno de los Estados Unidos encargó al Fondo Monetario Internacional aportó evidencias de las causas del descontento popular debido al empeoramiento de las condiciones de vida de la mayoría de la población y, también, pronosticó la posibilidad de una revolución si no se procedía a transformar la situación económica, política y social en la Isla. Menos de dos años después ocurriría el emblemático Asalto al Cuartel Monda por la generación que se proclamó ser la del Centenario del Apóstol de la independencia de Cuba, José Martí. Y tan solo siete años después triunfó una Revolución que por su carácter intensificó a niveles insospechados el tradicional conflicto Cuba-EE.UU.
El conflicto Cuba-EE.UU. en la Guerra Fría y la distención bipolar
A partir del 1ero de enero de 1959 Cuba y Estados Unidos se enfrascaron en una lucha intensa por la defensa de sus antagónicos intereses. Ese enfrentamiento fue multidimensional y adoptó las formas de agresión militar, guerra económica, intentos de subversión de política interna, aislamiento internacional, enfrentamiento desde los polos del sistema de relaciones internacionales de Guerra Fría, etcétera.
Por consiguiente lo que le dio una relevancia inusitada a la confrontación cubano-estadounidense en el contexto de la Guerra Fría fue que rebasó la dimensión bilateral por su significación multilateral. Cuba fue vista por la política estadounidense como una nación que injustificadamente llevaba a cabo una política exterior de gran potencia. Por su parte, Cuba era objeto de instrumentos de política de Estados Unidos en los que la extraterritorialidad era el signo distintivo.
Otro de los rasgos de ese enfrentamiento fue el valor simbólico que tuvo para los Estados Unidos el ejercicio cubano de soberanía, autodeterminación e independencia desde el escenario que proyectaba su liderazgo internacional.
Pero dos naciones que comparten cercanos espacios geográficos en el mismo hemisferio no dejaron de tener intereses comunes que demandaban concertación. Por eso, desde los comienzos de la década de 1970, en medio de una política distendida entre Estados Unidos y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, ocurrió, por primera vez, la posibilidad de negociaciones cubano-estadounidenses para la solución de algunos de los motivos de la confrontación.
Esa situación se expresó en que en 1971 en el Comité de Relaciones Exteriores del Senado y en la Cámara del Congreso estadounidense se solicitara la revisión de la política hacia Cuba. Entre 1973 y 1975 se firmaron acuerdos sobre diversos asuntos y por primera vez desde 1959 se iniciaron conversaciones secretas entre funcionarios cubanos y estadounidenses con el objetivo de restablecer relaciones. Estados Unidos decretó una cierta flexibilización del bloqueo económico y declaró que no se oponía a que los países miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA) restablecieran relaciones diplomáticas con Cuba, que habían sido suspendidas por su instancia en 1962.
Pero los sectores más conservadores de la política exterior estadounidense evaluaron que la distención EE.UU.-U. R. S.S. estaba significando una pérdida irreparable para el liderazgo de la Unión Americana. El efecto inmediato sobre las relaciones cubano-estadounidenses fue la cancelación de las negociaciones para restablecer relaciones diplomáticas iniciadas por el presidente James Carter en 1977.
El conflicto Cuba-EE-UU en el contexto de la globalización 1981-1994
La presidencia de Ronald Reagan abrió cauce a la hegemonía de la ideología conservadora en la política de Estados Unidos, fortalecida por la ascendente preeminencia de la profundización de la interdependencia capitalista, la globalización neoliberal y por la aparición de los primeros síntomas de la desintegración del campo socialista que culminaría en 1990 con la disolución de la U. R. S. S. Además, el avance de movimientos revolucionarios en Centroamérica, Latinoamérica y el Caribe y la participación de tropas cubanas en el conflicto de África Austral sirvieron para avivar el conflicto.
Por primera vez en la historia, la política exterior de Estados Unidos hacia un país de América Latina y el Caribe quedó regulada por una ley congresional. La Ley para la Democracia Cubana, propuesta por Robert Torricelli y promulgada en 1992, estableció el conjunto de instrumentos de la política hacia Cuba entre los que se privilegiaron los de la máxima hostilidad. Dos años más tarde, en 1996, la Ley de la Libertad y la Solidaridad Democrática en Cuba --o Ley Helms-Burton -- fue decretada para lograr el recrudecimiento del bloqueo económico y su transnacionalización ante la pérdida de los vínculos económicos de Cuba en el campo socialista. En 1995 se celebró la primera Cumbre de las Américas, de la que Cuba fue excluida por decisión de los Estados Unidos.
Pero a pesar de la agudización del conflicto hubo espacio para la solución de asuntos en los que se conjugaban intereses comunes. Las crisis migratorias en 1980 y 1994 tuvieron su solución en acuerdos concertados entre Cuba y Estados Unidos. Y, además, sucedió lo impensado. En diciembre de 1988 los gobiernos de EE.UU., la URSS, Cuba, Angola y Sudáfrica, los rebeldes de Namibia participan en igualdad de condiciones en la mesa de negociación que puso fin al mencionado conflicto. En ambos casos se impusieron los intereses comunes de ambas naciones tanto en el ámbito estrictamente bilateral como multilateral.
El conflicto Cuba- EE.UU. y los cambios en Latinoamérica y el Caribe
Fuera de la lógica de la supremacía internacional de las políticas e ideología neoliberales, en 1999, en Venezuela, Hugo Chávez asumió la presidencia de Venezuela. La concertación de intereses económicos, políticos, sociales entre Cuba y Venezuela tuvieron su fruto en la fundación de una singular y original fórmula integracionista en 2004: la Alianza Bolivariana para América (ALBA-TCP). Los avances políticos en América Latina que dieron respuesta autóctona a la estructuración neoliberal de la economía y política mundiales cristalizaron, en 2010, en otra modalidad de integración: la Comunidad de Estados de América Latina y el Caribe (CELAC), integrada por 33 países del hemisferio, de la que quedaron exceptuados EE.UU. y Canadá. Al año siguiente el presidente Obama declaró “Evidentemente, ha llegado la hora para un cambio de régimen en Cuba”.
En la segunda Cumbre de la CELAC, celebrada en La Habana en enero de 2014, pocos meses antes del anuncio del inicio del proceso de restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos, se declaró a la región zona de paz, expresión de la voluntad de sus miembros de solucionar sus diferendos por la vía de la negociación, así como del respeto a sus opciones soberanas.
En 2012 Raúl Castro no fue invitado a participar a la Cumbre de la OEA, a pesar del reclamo de algunos de los países miembros, celebrada en Colombia. Como expresión del rechazo a la exclusión de Cuba no se logró la firma de una declaración final y quedó expresado categóricamente por varios presidentes que no asistirían a un próximo cónclave de esa naturaleza si Cuba seguía siendo excluida. Así, en 2014, Cuba asistió a la Cumbre de las Américas en Panamá y allí los presidentes de Cuba y Estados Unidos, por primera vez en 55 años, se entrevistaron.
Fue en este contexto latinoamericano que se produjo el acuerdo cubano-estadounidense sobre el restablecimiento de relaciones diplomáticas. Pero, los dos presidentes tuvieron mucho cuidado en esclarecer qué esperan alcanzar en un subsiguiente proceso de normalización de relaciones. Este es precisamente el asunto más candente.
¿Y ahora qué?
Los políticos cubanos reconocen la importancia incuestionable del restablecimiento de relaciones diplomáticas que permitan avanzar hacia un proceso de normalización. Sin embargo, para Cuba esa normalización de relaciones tiene dos precondiciones negociables, pero irrenunciables: la supresión del bloqueo económico y financiero y la devolución de los 160 kilómetros cuadrados que ocupa, a perpetuidad --según el tratado impuesto en 1902-- en Guantánamo, al sur oriente de la Isla, una base aeronaval de Estados Unidos. Pero sucede que la política de Estados Unidos hacia Cuba está regulada por dos leyes del Congreso: Ley Torricelli y Ley Helms-Burton y ellas dejan poco espacio a la supresión de esas medidas de fuerza.
La pregunta es ¿qué debe ocurrir para que en el órgano legislativo estadounidense logre la mayoría de votos que permita revertir sus preceptos?
En Estados Unidos los sectores del proceso de conformación de la política hacia Cuba que siempre habían considerado que esa política debía estar dirigida a minar desde dentro el apoyo popular a la Revolución han visto triunfar su posición, que adicionalmente, coincide con el objetivo político declarado por el presidente Obama. Y es ahí donde se inserta la precondición del gobierno estadounidense para una normalización de las relaciones entre ambos países: la transición del sistema político cubano a uno de carácter democrático neoliberal.
No puede desconocerse que existe un sector de negocios en Estados Unidos interesado en el comercio con Cuba, en la posibilidad de invertir en un mercado con atractivos. Tampoco puede olvidarse que el sur del territorio estadounidense tuvo relaciones económicas tradicionales con Cuba de interés para ambas partes.
En este caso la pregunta a responder es ¿existe la posibilidad de que tanto los sectores políticos como los económicos interesados en las relaciones con Cuba podrán derrotar a los que se oponen a un cambio de política hacia Cuba?
Para los dos países constituye un reto enorme determinar ¿hasta dónde estarían dispuestos a ceder para lograr sus propósitos estratégicos en el contexto de una normalización de relaciones?
Esas interrogantes sin respuestas por el momento nos imponen la tarea de seguir atentamente el curso que seguirán los acontecimientos.
La política cubana ha iniciado un camino de transformaciones en su economía que deberán estar acompañadas de modificaciones en su sistema de gobierno. Cómo impactarán en un proceso de normalización de relaciones cubano-estadounidenses es un asunto que está por ver.
Habrá que observar cuidadosamente cuáles de las una y mil disposiciones del bloqueo que son prerrogativas del presidente de Estados Unidos su desmantelamiento serán suspendidas, así como evaluar su impacto en el conjunto de la guerra económica contra Cuba.
En fin el conflicto cubano-estadounidense promete dar mucha ocupación a políticos, académicos y, sobre todo, a los ciudadanos de ambos países.
Cronología de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos
CUADRO 1
La espera paciente
- 1783: independencia de las 13 colonias
- 1808: presidente Jefferson encarga a uno de sus generales
- explorar la disposición de España a vender Cuba
- 1809: se reafirma la importancia de Cuba para EE.UU.
- 1810: presidente Madison envía mensaje a Inglaterra acerca de
- que no será indiferente ante alguna acción sobre Cuba
- 1823: presidente John Quincy Adams promulga el principio dela
- fruta madura
- 1825: Doctrina Monroe, América para los americanos
- 1848: aspirante a presidente Lewis Cass instruye sobre compra
- de Cuba
- 1854: en la Cámara de representantes se recomienda la compra
- de Cuba
- Intentos de promover la anexión de cuba
CUADRO 2
De la a espera paciente al dominio neocolonial
- 1898, enero: llega a la bahía de La Habana elMaine
- febrero: estalla el Maine
- abril: EE.UU. interviene en la guerra de Cuba contra España
- agosto: firma del armisticio entre España y EE.UU. con exclusión de Cuba
- 1899, enero: se inicia la ocupación militar de Cuba
- 1900: convocatoria a constituyente. Imposición de la Enmienda Platt
- 1902: proclamación de la república neocolonial
- 1903: firma de tratado de relaciones y de tratado de reciprocidad comercial
- 1906-1909: segunda intervención militar
- 1914-1921: expansión de las inversiones azucareras
- 1922: crac bancario y preeminencia de capital financiero de EE.UU.
- 1929-1933: crisis económica, política y social: revolución 1933: mediación versus revolución
- 1934: Problemas de la nueva cuba por la Foreign Policy Association
- Tratado de reciprocidad comercial
- Sistema de cuotas de exportación de azúcar
- 1940: Asamblea constituyente
- 1939-1945: venta de zafras completas a precio fijo a EE.UU.
- 1951: Informe del Fondo Monetario Internacional misión
- 1953: Asalto al cuartel Moncada
- 1956-1958: Lucha de guerrilla
- 1ero. de enero de 1959: triunfo de la Revolución
CUADRO 3
EL CONFLICTO CUBA-EE.UU. EN LA GUERRA FRÍA
1959-1970
- Primera ley de reforma agraria
- Rebaja de tarifas eléctricas
- Nacionalizaciones
- Ruptura de relaciones diplomáticas
- Supresión de la cuota azucarera
- Supresión de los envíos de petróleo
- Bloqueo económico
- Invasión mercenaria: Playa Girón
- Operación Mangosta
- Aislamiento diplomático: expulsión de Cuba de la OEA
- 1962: 3 de octubre, ley el Kennedy: necesidad de impedir por
- cualquier medio la "expansión" del régimen
- marxista-leninistadeCuba fuerade sus fronteras,
- así como su "actividad subversiva" en el hemisferio
Octubre de 1962
Crisis de octubre–Crisis de los misiles-Crisis del Caribe
CUADRO 4
El conflicto Cuba-EE.UU. en la distención internacional bipolar
Percepción sobre Cuba en la política exterior de Estados Unidos
- Consenso político interno
- Supervivencia
- Exitosa política exterior independiente
- Relaciones diplomáticas con el Caribe y América Latina
- Consolidación de Cuba en Movimiento de Países No Alineados (MNOAL)
- Presencia militar de Cuba en Etiopía y Angola
- Desarrollo de relaciones diplomáticas y económicas con bloque occidental
- 1971: Comité de Relaciones Exteriores solicita una revisión de la
- política hacia Cuba.
- 1973: Cuba y Estados Unidos firman acuerdos sobre piratería
- aérea, interdicción del narcotráfico, aguas territoriales, etc.
- 1974: Secretario de Estado Henry Kissinger autorizó al jefe del Comité de Relaciones Exteriores del Senado a viajar a Cuba junto a dos senadores.
- Negociaciones secretas entre altos funcionarios del Departamento de Estado y diplomáticos cubanos de la representación de Cuba ante las ONU
- 1975: flexibilización de las medidas del bloqueo, subsidiarias de empresas norteamericanas en terceros países pueden comerciar con Cuba.
- Gobierno EE. UU. promueve libertad de la OEA permitir a países miembros determinar por su cuenta las relaciones oficiales con Cuba.
- Reversión sanciones colectivas de 1964.
- 1977: el presidente James Carter inicia preámbulo de negociaciones para restablecimiento de relaciones diplomáticas
- Nueva política de EE. UU. hacia la región: Reversión del Canal de Panamá
- Simbolismo de la distención con Cuba
CUADRO 5
El conflicto Cuba-EE-UU. en el contexto de la globalización 1981-1994
- 1979: paralización proceso negociador. Cuba en África
- Conflicto Este-Oestevuelta de la línea de contención de la guerra fría.
- Sandinismo en Nicaragua
- Nueva Joya en Granada
- Revitalización movimientos de liberación nacional en Centroamérica
- Cuba satélite soviético en la región
- Desmantelaron los acuerdos y entendimientos
- Cuba suspende acuerdos migratorios de 1984 en 1985 por Radio y TV Martí
- 1980: Ronald Reagan presidente, prioridades estratégicas y geopolíticas
- De contención del comunismo a reversión del comunismo
- Geoeconomía -- megamercado continental
- Cumbre de las Américas sin Cuba, 1995
- Tratado de Libre Comercio, integración hemisférica
- Buen gobierno
- Políticas de ajuste en Latinoamérica y el Caribe
- 1988: diciembre, solución del conflicto en África austral
- Cuba de satélite soviético a actor independiente
- 1989: marzo, memorando a embajadas EE. UU que indica restablecimiento pleno de política de aislamiento
Del énfasis en la política exterior cubana a su política interna
- 1990: se declara disuelto el bloque socialista y sus órganos de integración económica, política y militar
- Cuba queda aislada internacionalmente
- 1992: Ley Robert Torricelli, Ley para la Democracia Cubana
- 1992: Cuba tema de pugna electoral
- 1994: crisis de los balseros solucionada con acuerdo
- 1996:Ley de la Libertad y la Solidaridad Democrática con Cuba,
- Helms-Burton, transnacionalización del bloqueo
CUADRO 6
El conflicto Cuba- EE.UU. en los cambios en Latinoamérica y el Caribe
1999: Hugo Chávez asume la presidencia de Venezuela
2004: fundación de la Alianza Bolivariana para América (ALBA-TCP)
2010: fundación de la Comunidad de Estados de América Latina y El Caribe (CELAC)
2012: Cuba sede y garante del proceso de negociaciones colombianas de paz.
2014: Segunda Cumbre de la CELAC declaró a la región zona de paz.