Los índices delictivos fluctuaro en El Salvador durante los últimos cinco años, los cuales culminaron con más de 17 mil asesinados y una creciente tasa de homicidios por día que se asemeja a la que existía antes de la tregua entre pandillas, en marzo de 2012.
Las nuevas autoridades han alternado la gestión de la crisis en seguridad (que ya cobró más de 1.800 vidas en el primer semestre de 2014) con la construcción de un nuevo concepto para enfrentar la problemática, en el que se pretende tomar en cuenta todas las opiniones autorizadas en la materia.
Según el ministro de Justicia y Seguridad, Benito Lara, esto no se trata de una fórmula nueva, sino de aplicar la llamada “Política nacional de Seguridad Pública, Justicia y Convivencia” y mantener los planes de combate al crimen en torno a ella.
Como parte de los intercambios para construir dicha política, el ministro y el subdirector de la Policía Nacional Civil (PNC), Howard Augusto Cotto, la expusieron a los asistentes del debate-café “El Plan de Seguridad del actual Gobierno”, organizado por la Fundación Heinrich Böll, con la cooperación del Diario Digital ContraPunto.