José Daniel Rivera Duarte es un biólogo egresado de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), quien cursa su maestría en Ciencias en Recursos Naturales y Desarrollo Rural con Énfasis en Ecología y Sistemática, en el Colegio de la Frontera Sur en México.
El joven de 26 años relató a Presencia Universitaria que siempre fue amante de la naturaleza, porque “desde pequeño me apasionó la naturaleza, me fascinaba observar todo a mí alrededor, hacerme muchas preguntas y leer tanto texto científico tuviera al alcance. Siempre sentí una curiosidad especial hacia los invertebrados y su pequeño gran mundo” añadió.
Adquirió su beca bajo el programa de Becas Sur Place para México, Centroamérica y El Caribe de la Fundación Heinrich Böll Stiftung, complementaria a la beca CONACYT para extranjeros.
A continuación la entrevista:
¿Qué opinión le merece el papel que desempeña la UNAH en el proceso de internacionalización?
Mi alma máter fue vital en el proceso de la obtención de la beca, pues en esta tenía que concursar con muchos otros aspirantes no sólo de Honduras, también de Cuba, República Dominicana, Haití, El Salvador, México, Nicaragua, Panamá y Costa Rica. Como representante de la UNAH, la universidad me apoyo mucho en el proceso, con asesoría y consejos prácticos.
¿Cómo ha sido su experiencia como beneficiario de una beca?
La verdad ha sido vital para mi formación académica, no es nada fácil salir del país y costearse estudios de posgrado, incluso si la universidad donde uno se encuentra estudiando es pública. Por lo que la beca me ha ayudado a dedicarle 100% de esfuerzo a mis estudios, con mucho entusiasmo y alegría. El programa de beca es muy completo, cubriendo los pasajes avión, gastos de instalación, manutención mensual, además de un seguro médico.
¿Cuáles son sus expectativas a futuro?
Seguir formándome como investigador/académico, entrando a un programa de doctorado. Conocer otras realidades, modos de conocimiento, organización y colectividades, formas pedagógicas alternativas e investigación comprometida con la sociedad. Por ende pretendo trabajar muy duro en proyectos de ecología aplicada para el desarrollo de mi país.
¿Cuáles considera usted que es la diferencia entre el sistema educativo de Honduras y el país en el que cursa sus estudios?
México invierte mucho dinero en investigación y se le concede mucha importancia a la investigación. En Honduras a los profesores se les atiborra con labores de docencia y vinculación sin darles espacio e incentivos para investigar. En México todos los que pretenden graduarse en alguna licenciatura de investigación debe de realizar una tesis, sólo los que poseen índices mayor al 95% pueden titularse sin tesis. Otra diferencia importante es que en la academia mexicana la gran mayoría de los profesores poseen estudios de doctorado, hecho reflejado por el rigor y calidad de la producción científica, la cual tiene importantes repercusiones en la sociedad y la comunidad científica, siendo citada por muchos autores en la posteridad.
Otra diferencia importante es que aquí existen muchísimos programas de posgrados y becas, por lo cual seguir estudiando es mucho más fácil en comparación a Honduras.
¿Cómo espera contribuirse al país con sus nuevos conocimientos?
Cuando regrese a mi país replicaré todo lo aprendido en las áreas de entomología, ecología de paisaje, manejo de los recursos naturales y desarrollo rural. Deseo dedicarme a la investigación y pedagogía académica, creando redes de colaboración interinstitucionales con todas las amistades hechas en el camino. Aplicar una ciencia más consiente, más comprometida, con la cual se genere conocimiento para el desarrollo sustentable y conservación de los invaluables recursos naturales de Honduras.
Reconozco la enorme dificultad que llevara todo esto, en especial con la situación política, la apatía general de muchos hermanos hondureños, pero si la vida me dio esta oportunidad, tengo el compromiso con mi país de hacer lo mejor que pueda para verlo crecer.