Comunicado del Grupo ETC en el marco de la sexta reunión de la Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEA-6), celebrada del 26 de febrero al 1 de marzo de 2024 en Nairobi, Kenya, con el tema central de Medidas multilaterales eficaces, inclusivas y sostenibles para hacer frente al cambio climático, la pérdida de diversidad biológica y la contaminación.
La resolución de Suiza sobre Modificación de la Radiación Solar (MRS) durante la sexta reunión de la Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEA-6) podría parecer una convocatoria neutral para constituir un grupo de expertos sobre MRS. Sin embargo, dicho grupo de expertos era un caballo de Troya para el avance de la geoingeniería solar, al crear una plataforma para que los promotores de la geoingeniería se volvieran la principal referencia en los debates globales sobre MRS.
La geoingeniería solar, también llamada manejo de la radiación solar, comprende un conjunto de propuestas tecnológicas para impedir que parte de la luz del sol llegue a la Tierra, con el fin de reducir la temperatura global. La más conocida de las técnicas propuestas es la Inyección Estratosférica de Aerosoles, que consiste en inyectar dióxido de azufre (un refrigerante que también erosiona la capa de ozono) y diseminarlo en la estratósfera.
“Un tema subyacente, pero central en la controversia sobre la resolución propuesta por Suiza, es qué información y qué tipo de investigación de geoingeniería solar se debería tener en cuenta. Países como Estados Unidos, Canadá y Arabia Saudita presionaron para que se compilara información no sólo sobre los riesgos, si no también sobre los beneficios del manejo de la radiación solar. Los mismos países insistieron que esa información debería provenir de ciertas fuentes, agencias y programas que ellos quería establecer en el texto, en su mayoría dirigidos por defensores de la geoingeniería”, explicó Neth Daño, directora para Asia del Grupo ETC.
En contraste, el Grupo de negociadores de África, respaldado por Colombia y otros países del Sur Global, planteó la urgencia de establecer un mecanismo que garantice el no-uso de la geoingeniería solar. Además, señalaron la necesidad de solicitar y recopilar conocimientos sobre la MRS de los gobiernos, los pueblos indígenas, las comunidades locales, la sociedad civil y otras partes interesadas, accesibles a todos los países. Esto contribuiría a crear un repositorio de información que podría hacer frente a la falta de transparencia de quienes llevan a cabo investigaciones y experimentos, y a la falta de acceso a información multidisciplinaria sobre geoingeniería solar.
“Canadá, Reino Unido y Estados Unidos están invirtiendo en nuevas investigaciones sobre geoingeniería solar mediante instituciones públicas y permitiendo o apoyando iniciativas privadas. Si bien estos países plantean apoyar investigaciones sobre los riesgos de la tecnología, también han expresado su intención de estudiar los beneficios potenciales y cómo desarrollarla. Estos son pasos hacia un despliegue a gran escala de la geoingeniería solar”, dijo Silvia Ribeiro, Directora para América Latina del Grupo ETC.
“Por el contrario, el Grupo Africano, México, Fiji, Pakistán y varios países del Sur Global, a menudo respaldados por la Unión Europea, plantearon reafirmar el enfoque precautorio, afirmar la moratoria del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CBD) sobre la geoingeniería y establecer una base para no permitir los experimentos a campo abierto. México especialmente planteó integrar en la resolución la condena de los experimentos de geoingeniería solar, como el de 2023, que violó la soberanía y los territorios y derechos indígenas”, agregó Ribeiro.
Varios países que son grandes emisores de GEI y por tanto causantes del cambio climático, también presionaron para que la resolución se basara en un marco sumamente estrecho, que sólo compararía los riesgos de la geoingeniería solar con los riesgos del cambio climático. Este enfoque, muy recurrido por los promotores de la geoingeniería, oculta el hecho de que los impactos de la MRS, por su naturaleza, irían mucho más allá que sólo impactos sobre el clima: la MRS afectará a la biodiversidad, la seguridad alimentaria, la salud, las economías, las comunidades y los derechos indígenas, así como el equilibrio geopolítico mundial. Cualquier avance hacia el desarrollo de la tecnología pondría el termostato global en manos de los actores más poderosos del mundo, aumentando la desigualdad global y las tensiones geopolíticas.
El 29 de febrero, tras varias rondas de discusiones, quedó clara la enorme diferencia entre estas dos perspectivas sobre la geoingeniería. Finalmente, la negativa de Estados Unidos y otros países a incluir el principio de precaución y mientras que promueven la investigación en geoingeniería solar, hizo imposible llegar a ningún acuerdo, y obligó a cancelar toda la propuesta.
Consulte el resumen del Grupo ETC sobre MRS para UNEA-6 y el comunicado de prensa (en inglés) emitido por el Grupo ETC y la Alianza No Manipulen la Madre Tierra (Hands Off Mother Earth - HOME Alliance)