Netta Loevy es una abogada inflexible de las mujeres discriminadas en Israel, prefiere que la llamen activista. Ella y sus colegas de la ONG Itach-Maaki están mejorando la vida de las mujeres y están promoviendo la agenda de Mujeres, Paz y Seguridad.
Israel estaba durmiendo en medio del confinamiento por el coronavirus cuando la ONG Itach Ma’aki – Women Lawyers for Social Justice (Anwältinnen für soziale Gerechtigkeit) (Itach Ma'aki - Mujeres Abogadas por la Justicia Social) aparece por primera vez en las noticias. Y ya la moción que habían presentado contra el Consejo de Seguridad Nacional de Israel (NSC, un departamento del gobierno que depende del Primer Ministro) estaba en boca de todos en abril de 2020. Ihre Forderung: Frauen seien in den Ausschuss für die Ausstiegsstrategie einzubeziehen, (Su demanda: las mujeres deben quedar incluidas en el comité para lograr una estrategia de salida) Que debería hacer recomendaciones para la eliminación gradual de las restricciones al coronavirus en todo el país. El comité estaba en proceso de formación y estaba formado por 23 hombres - y ni una sola mujer.
Era absurdo dejar a las mujeres fuera cuando cualquier estrategia de salida tendría que tener en cuenta a las mujeres, sus familias y sus trabajos. Además, la excusa habitual para excluir a las mujeres de los comités del Consejo de Seguridad Nacional (a saber, que no había mujeres expertas en el ámbito de la seguridad nacional) no funcionó aquí. Después de todo, se trataba de preparar a toda la nación para el "después" y por lo tanto la preocupación era de naturaleza social. En las áreas de salud pública, educación, economía, bienestar, etc. no hay carencia de expertas femeninas.
La abogada Netta Loevy había presentado la moción junto con el Ruth and Emanuel Rackman Center. Citó todas las plataformas de noticias imaginables con las palabras que el procedimiento había sido "irracional y vergonzoso". Siguió una reprimenda de la Corte Suprema de Israel a la NSC, y así nueve mujeres fueron nombradas para el comité. Cuando el NSC creó otro comité unas semanas después para tratar una potencial segunda ola del rebrote del coronavirus, estaba compuesto por nueve mujeres y cuatro hombres desde el principio. También incluía a miembros de comunidades minoritarias, como las mujeres árabes y ultraortodoxas. Se le confió el liderazgo a una experta en asuntos económicos.
Loevy confirma que la crisis de Coronavirus irónicamente resultó ser un momento muy fértil para poner sobre la mesa las preocupaciones de las mujeres. "Después de dos semanas de encierro, nos dimos cuenta de que podíamos hacer más de lo habitual. Por ejemplo, un reglamento COVID permitía a los empleadores despedir a las mujeres embarazadas, lo que normalmente es ilegal para protegerlas. Presentamos una moción, y para nuestra sorpresa, la directiva fue cambiada inmediatamente.
"Las leyes de derechos humanos constituyen un instrumento importante para mejorar la vida de las personas"
La mujer, de 41 años, vive en Tel Aviv con su marido Izhar (trabajador social y psicoterapeuta) y sus tres hijos de nueve, siete y tres años y medio. Prestó su servicio militar obligatorio en la Estación de Radio del Ejército, una de las estaciones de radio más populares de Israel. Luego completó una licenciatura en historia y filosofía en la Universidad de Tel Aviv y trabajó como reportera y presentadora de noticias para el Canal 10 de Noticias. También dirigió dos exitosos documentales. Era una joven y prometedora periodista y directora de documentales, pero sentía que su vocación estaba en otra parte. Mientras seguía tratando de averiguar cuál era el trabajo de su verdadera vida, se ofreció como voluntaria en la Worker's Hotline (Línea directa del trabajador), una antigua ONG local que apoya a los trabajadores migrantes en Israel.
"Fue aquí donde tomé conciencia de que los derechos civiles y humanos son instrumentos importantes con los que se puede lograr un cambio duradero en la vida de las personas. Trabajé con el asesor legal de la organización, Yuval Livnat, y me di cuenta de que esto era lo que quería hacer". Así que, a los 26 años, Loevy comenzó una segunda licenciatura, esta vez en la Facultad de Derecho de la Universidad de Tel Aviv.
"A veces siento que el título de 'abogado' no me queda bien. Durante mis estudios de derecho me pregunté varias veces si me identificaría con esta profesión. Tuve que tratar con temas que inmediatamente supe que nunca usaría. El hecho de que haya seguido el curso se debe a mi visión a largo plazo y al Consultorio Jurídico para Refugiados que dirige la facultad, donde los estudiantes practican en casos reales junto con abogados profesionales".
El primer trabajo para el cual se postuló como abogada de derechos humanos iba a ser el mismo que iba a mantener: Itach Ma'aki, una organización sin ánimo de lucro de abogados por la justicia social, que fue fundada en 2001 para dar voz a las mujeres desfavorecidas de Israel y potenciarlas. Aquí encontró lo que buscaba: "Para mí, esto es el verdadero feminismo: una fuerza que beneficia a todas las mujeres - no sólo a aquellas cuyas voces son realmente escuchadas.”
"El ingreso de las mujeres en el ejército no conduce a más paz y justicia"
Israel es una sociedad militarizada - el término "seguridad" tiene un significado literal aquí. En un clima así, es difícil ampliar el significado para abarcar un concepto que supere el de las controversias fronterizas, las armas y los asuntos de seguridad nacional, pero Loevy y sus colegas están haciendo lo que parecía imposible hace sólo unos años. "Observo cómo el público redefine lentamente el término “seguridad” para incluir algo más que la seguridad militar. Expresiones como "seguridad de la salud" y "seguridad de la mujer" se están extendiendo gradualmente. Muchos países han incorporado la resolución 1325 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para incluir a las mujeres en el ejército y en las zonas de seguridad militar. Israel es un buen ejemplo del hecho de que este no es el camino a seguir. Las mujeres son un componente esencial del ejército aquí, y sin embargo no nos acerca a la paz. El concepto de seguridad debe ser ampliado".
Hace doce años, la colega de Leovy, Anat Thon-Ashkenazy, lanzó el proyecto Itach Ma'aki 1325 en cooperación con la Fundación Heinrich Böll. Según Leovy, la idea de la participación de la mujer en la conciencia pública de Israel ha avanzado mucho desde entonces. Junto con otras organizaciones, el Itach Ma'aki ha seguido caminos creativos para avanzar en la implementación de la resolución en la compleja realidad de Israel. Estaba a cargo de la creación de un (Plan de acción nacional de la sociedad civil 1325) einzigartigen zivilgesellschaftlichen Nationalen Aktionsplans 1325 con la participación de más de 35 ONG, y creó un curso de capacitación y conferencias para familiarizar a cientos de mujeres de Israel con la resolución de las Naciones Unidas.
"La representación de mujeres de diferentes orígenes en los procesos de adopción de decisiones es una condición necesaria para el desarrollo ulterior de la sociedad. Pero esto solo no es suficiente. En los últimos años, hemos sido testigos de un deterioro significativo en la definición de la paz, tanto en la población israelí como entre nuestros políticos. La paz se ha convertido en una palabra tabú, mientras que la ocupación se considera cada vez más normal".
"Es un verdadero desafío abogar por las mujeres, la paz y la seguridad cuando dos de estas palabras se consideran irrelevantes en el discurso israelí. Sin embargo, seguimos promoviendo activamente los principios de la resolución, que todavía no se ha utilizado para tratar el conflicto israelo-palestino. Consideramos que la Resolución 1325 es un instrumento útil en los conflictos violentos persistentes. La incorporación de la mujer a puestos de decisión en el ámbito de la paz y la seguridad y la incorporación de perspectivas de género es esencial para la eficacia y la eficiencia. Me inspiran mucho otros países en los que las mujeres desempeñaron un papel importante en los acuerdos de paz, como Irlanda del Norte y Colombia.”
"¡Cuando crías tres hijos en Israel, debes buscar grietas por las que se filtre el optimismo, y luego tratar de agrandar esas grietas!".
Traducido del alemán por Mauricio Sánchez Cárdenas.