ECOSIG significa “Esfuerzos para Corregir o Cambiar la Orientación Sexual y la Identidad de Género” también conocidos como “terapias de conversión” o “terapias reparativas”. Se refiere a todas las prácticas que tienen el objetivo de cambiar o suprimir la orientación sexual, identidad u expresión de género de una persona. Hay diferentes formas de esfuerzos, pueden ser cursos o retiros religiosos y espirituales que contengan violencia física, emocional y sexual, pero también “terapias” psiquiátricas o psicológicas, las cuales incluyen, por ejemplo, uso forzado de medicamentos, violencia verbal, amenazas, abuso sexual y electro shocks. Todas estas prácticas son denigrantes, inhumanas y crueles. Aunque la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoció desde 1990 que la homosexualidad no es una enfermedad, tan solo en México, más de medio millón de personas LGBTI+ han sido sometidas a diversos ECOSIG, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Por Jana Grossman
¿Cómo empezó la historia de los ECOSIG en México?
La historia de los ECOSIG en México empezó años antes de que alguien supiera el significado de estas siglas.
Hace 15 años, un grupo de jóvenes empezó a reunirse los domingos en un parque en la Ciudad de México. Lo que todos compartían era que habían salido del clóset, pero sus padres no lo aceptaban, así que encontraron refugio en la calle. En aquella época, no sabían nada de los derechos humanos universales y de que éstos se aplican a todas las personas. De estas reuniones dominicales en el parque surgió poco a poco un grupo que llamó la atención de una organización para los derechos de la comunidad LGBTI+ de los EE.UU, ellos financiaron a uno de los integrantes para asistir a un curso sobre derechos humanos y discriminación en San Francisco.
Con todo lo que aprendió en San Francisco en este curso, no le interesó preguntarse por qué le había tocado a él vivirlo, su objetivo fue claro, no quería que nadie más tuviera que experimentar una situación como la que a ellos les había tocado. Por ello, ese grupo, que se reunía los domingos para compartir sus experiencias, decidió constituirse como asociación civil para luchar en contra de la discriminación a la comunidad LGBTI+ en México. La Asociación se constituyó con el nombre Yaaj Transformando tu Vida, A.C., Yaaj es la palabra que define el “amor” en la lengua maya. La asociación también llamó la atención de una practicante de la Fundación Heinrich Böll, quien llevó a los representantes a la misma, y con esto se convirtió en la primera institución que los apoyó financieramente.
La primera iniciativa de lxs integrantes de Yaaj fue apoyarse mutuamente, se reunían todos los domingos y compartían sus experiencias. En esos intercambios se percataron de que la mayoría de ellos habían experimentado de alguna forma las “terapias” de conversión. A partir del viaje a San Francisco, establecieron contacto con un grupo de EE.UU. que estaba preparando un proyecto de ley contra los ECOSIG. De esta manera el grupo fue consciente por primera vez de que existe una definición para estas "prácticas", que ellxs mismos experimentaron. Pero en lugar de que también en México mejorara la situación para las personas LGBTQI+, en 2017 se formó el Frente Nacional para la Familia, un movimiento muy conservador de la extrema derecha.
El primer avance llegó con el cambio de gobierno en 2018, el cual tenía un corte mucho más progresista y dio esperanzas de que algo podría cambiar por fin en México. Los años anteriores, Yaaj ya había organizado algunas campañas como publicar el informe Una encuesta situacional para ver la violencia y discriminación a las juventudes LGBTI+ del país y el dossier Por una terapia de aceptación y no de conversión, que contenía todo lo que ha pasado internacionalmente sobre este tema, así como las estrategias y el marco normativo mexicano, además, contrataban camiones con los lemas “homosexualidad no es una enfermedad” para visibilizar el tema, y empezaron a hablar públicamente de sus experiencias. Todo esto les dio mucha visibilidad en el país. Así empezaron con su trabajo de sensibilización contra los ECOSIG. Cuando hablaron con senadores fue importante para ellos no utilizar el término “terapia”, sino ECOSIG, ya que los psiquiatras que realizan estas prácticas las llaman “métodos para cambiar la sexualidad” o “acompañamiento” como coaching.
Poco después de que el nuevo gobierno empezó labores, presentaron el proyecto de la ley contra los ECOSIG, para el que se unieron tres senadoras de tres partidos diferentes por primera vez. Antes, estudiaron muy de cerca las leyes en otros países, ya que estas no sólo difieren mucho de un país a otro, sino que en muchos casos son inoperantes. En algunos lugares se vuelve mucho más complicada la tarea, sobre todo, donde los delitos no suelen resolverse -y en México, la impunidad es del 98% al 99%-. Para Yaaj lo más importante en esta ley no es la condena, sino la prevención y prohibición de los lugares donde se llevan a cabo los ECOSIG, todo lo demás lo consideran ganancia.
Yaaj no sólo llevó el proyecto al Senado, sino que lo presentaron simultáneamente para la Ciudad de México. Su estrategia era que las y los políticos de la derecha se enfocaran en la ley federal e intentaran impedirla, para que así se prestara menos atención a la ley de la CDMX, y eso fue exactamente lo que sucedió. Un año después, la Fundación Heinrich Böll financió el viaje del director de Yaaj con una pequeña delegación de México a Alemania, donde el Ministro de Sanidad había presentado poco antes el proyecto de ley contra los ECOSIG en aquel país. Este viaje fue muy útil para aprender sobre el reto de legislar.
Por el inicio de la pandemia, el proyecto de la ley quedó en pausa, pero la simplificación de las posibilidades de comunicación resultó ser una ventaja, ya que activistas internacionales pudieron unirse a las conversaciones con las y los senadores, lo que aumentó la presión sobre ellos. Además, la cuarentena sirvió para mostrar cómo es la vida en el “clóset”, situación que se aprovechó para generar empatía, ya que todo el mundo podía identificarse con ella.
En 2020, Alemania aprobó la ley, lo que demostró que era posible, incluso durante la pandemia, y provocó un estallido internacional. Como resultado, el 24 de julio de 2020, CDMX fue la primera entidad en prohibir y sancionar los ECOSIG a nivel estatal, desde entonces 13 estados más, entre ellos Oaxaca, Baja California Sur y Jalisco siguieron el ejemplo. Por otro lado, eso también significa que 18 estados aun permiten prácticas que van en contra de los derechos humanos. Mientras que en 14 estados el dictamen ha sido presentando en las comisiones, los Congresos de Guerrero, Durango y Chiapas siguen negándose a tocar el tema.
Para convencer a las y los senadores Yaaj se unió con la ONU y organizó un intercambio de buenas prácticas con las embajadas de Francia, Bélgica y Australia. Después de muchas enmiendas y discusiones, iniciadas por la bancada del PAN, argumentando que la ley pondría en peligro a todos los padres de familia, finalmente el 11 de octubre del 2022 el Pleno del Senado aprobó el dictamen que reforma el Código Penal Federal y la Ley General de Salud, con el que se prohíbe y se sanciona penalmente la aplicación de los ECOSIG.
El Senado propone añadir un Capítulo IX denominado “Delitos contra la Orientación Sexual o la Identidad de Género de las Personas” al Código Penal Federal y un artículo 465 Bis a la Ley General de Salud. Concretamente, plantea que toda persona que realice, imparta, o financie cualquier tipo de tratamiento, terapia o servicio que restrinja la orientación sexual, identidad o expresión de género de una persona, sea condenada con dos a seis años de prisión y multa de mil a dos mil veces el valor diario de la Unidad de Medida y Actualización.
En el pleno, diputados del PAN argumentaron que la ley pone en riesgo de prisión a los padres y madres, pero el proyecto de ley establece claramente que, en el caso de que el padre, madre o tutor de la víctima esté involucrado, un juez sería responsable de aplicar las sanciones correspondientes. El proyecto de ley también sugiere que las sanciones aumentarán al doble si dichas “prácticas” se ejecutan contra personas menores de 18 años, personas con alguna discapacidad, adultos mayores, tanto como si hubo una relación subordinada como de docente, doméstica, médica o laboral. En el caso de profesionales que realicen este tipo de prácticas, serán suspendidos del ejercicio profesional hasta por tres años. En caso de reincidencia, se retirará la cédula profesional de manera permanente.
Tras la aprobación de las Comisiones de Justicia, Salud y Diversidad de la Cámara de Diputados, el 18 de abril 2023, el siguiente paso es la votación en sesión plenaria. Sin embargo, después de que se impugnara el proyecto, la ley fue examinada por la Suprema Corte de Justicia y se determinó que era inválida, porque en una parte la ley dice que se retirara la cédula profesional de manera permanente en caso de reincidencia, y la ley mexicana no permite penas permanentes, sino que debe establecerse un plazo finito. Por lo tanto, si en la Cámara de Diputados se aprueba el proyecto, tendrá que volver al Senado, ya que cualquier enmienda tendrá que ser aprobada por la otra cámara.
Situación legal en el mundo
A finales de 2021, sólo cinco países contaban con leyes que prohibían explícitamente las prácticas de conversión en todo su territorio. Pero en el último año y medio varias jurisdicciones promulgaban leyes y medidas ejecutivas. Por lo que ahora once países han aprobado leyes que prohíben los ECOSIG al nivel nacional y seis países tienen una legislación pendiente.
Medidas legales para prohibir la terapia de conversión
- Brasil (1999 )
- Ecuador (2014)
- Malta (2016 )
- Alemania (2020)
- France (2021)
- Canadá, Grecia, Nueva Zelanda (2022)
- Chipre, Islandia, España (2023)
Países con prohibiciones en jurisdicciones a nivel federal
- Estados Unidos (primer estado fue California en 2012)
- Australia (primer Estado fue el Territorio de la Capital Australiana en 2020)
- México (primer Estado CDMX en 2020)
Países con legislación pendiente
- Irlanda desde 2020
- Chile desde 2021
- Noruega desde 2021
- Portugal desde 2021
- Bélgica desde 2022
- Países Bajos desde 2022
Prohibición indirecta pero no prohibición legislativa explícita
Albania, Argentina, Fiyi, India, Israel, Nauru, Paraguay, Samoa, Suiza, Taiwán, Uruguay y Vietnam.