CDM y CPC. Modelos participativos: rutas y retos

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Introducción

Hace dos años realizamos la primera investigación acerca de la relación entre modelos participativos y el proceso de elaboración de los presupuestos municipales, alentados por el debate sobre la participación ciudadana que trajo consigo la llegada del nuevo gobierno a partir del 2007.

Los resultados de aquel primer estudio arrojaron que las relaciones entre los modelos de los CDM y los CPC todavía no estaban marcadas por tendencias muy claras de colaboración o conflicto; tampoco en lo que se refiere a ventajas comparativas sobre su efectividad para recoger las demandas ciudadanas e incorporarlas en los presupuestos municipales. En cambio sí dejó claro que pese a las fallas señaladas a los CDM, la población los percibía como más abiertos a la participación plural aunque con menos capacidad para influir en las decisiones finales de las autoridades.

Las presentaciones en distintos municipios del país confirmaron en su gran mayoría estos resultados y además ratificaron el interés de la población de abrir espacios de diálogo sobre un tema que les concierne tanto, como es la oportunidad de participar en las decisiones locales.

De allí que nos hayamos propuesto realizar un segundo estudio acerca de las relaciones entre ambos modelos participativos en el proceso de elaboración de los presupuestos municipales para el 2009. Máxime cuando una de las limitaciones que tuvo el primer estudio fuese la reciente implantación de los CPC, y por ende su escaso desempeño en el proceso de elaboración de los presupuestos municipales. Esto implicó haber encontrado poco material para ser recabado y luego analizado comparativamente con las experiencias de trabajo de los CDM. Era de esperar que tras más de un año de haber sido organizados, los CPC contaran con mejores evidencias de su desempeño en las decisiones públicas.

A diferencia de 2007, en 2008 nos vimos enfrentados a dos grandes retos que influirían en la elaboración de los presupuestos municipales: las elecciones municipales del 9 de noviembre y la actualización de los planes de inversiones multinanuales (PIMM). El primero introduciría mayor politización en las discusiones de los nuevos presupuestos, y el segundo podría sustituir el proceso de consultas de los presupuestos anuales correspondientes al último trimestre del año.

En vista de estas condicionantes, este segundo estudio se ha propuesto los siguientes objetivos:

En lo general pretendemos analizar la evolución del comportamiento de los modelos de participación del nivel municipal en el proceso de elaboración de los presupuestos del 2009. Esto implica poder describir la evolución de cada modelo participativo a lo largo del 2008 en sus distintas facetas.

Para hacer un mínimo seguimiento del primer estudio, hemos vuelto a fijar la atención en la relación entre ambos modelos, para tratar de actualizar las tendencias que hace un año apenas se perfilaban, rastreando evidencias más concretas de los resultados de las consultas en los presupuestos finalmente aprobados.

Además, recogiendo las sugerencias presentadas al primer estudio, también hemos querido explorar las oportunidades que ambos modelos generan a la elaboración de los presupuestos desde la perspectiva de género, sin que ello signifique la aprobación de proyectos sólo para mujeres.

Por último, como adelantábamos párrafos atrás, en vez de actuar de espaldas a la realidad, quisimos incorporar en este nuevo estudio la influencia que las elecciones tuvieron en la elaboración de los presupuestos municipales.

Justamente este propósito hizo que la realización del presente estudio fuese más complejo. En vez de los tres meses empleados en el anterior, nos llevó casi cinco meses la conclusión del trabajo de campo no sólo debido a las campañas electorales en los municipios seleccionados, sino además, y sobre todo, por el clima de tensión que se generó tras conocerse las irregularidades ocurridas durante y después de las elecciones.

Bajos estás condiciones, nos vimos obligados a reducir de 30 a 28 los municipios seleccionados para este segundo estudio. Confiamos que ello no afecte la calidad de los resultados presentados a continuación.

El informe está estructurado en siete capítulos que responden a los objetivos de la investigación.

El primero corresponde al abordaje de los conceptos centrales del estudio, en especial el que intenta explicar la participación ciudadana como medio y fin; es decir, como condición de interacción democrática entre autoridades y ciudadanía, pero también como un bien público que las autoridades tienen la obligación de brindar para mejorar la calidad de vida de la ciudadanía.

El segundo capítulo hace una descripción de cómo han evolucionado los modelos participativos, de su organización interna, del funcionamiento ordinario y de su vinculación con organizaciones comunitarias. También aborda el papel de cada uno en las gestiones para acceder a servicios públicos nacionales y municipales, su grado de pluralismo y el nivel de legitimidad alcanzado en el último año.

El capítulo tercero aborda las relaciones entre los modelos participativos. Tratando de llenar los vacíos del 1er estudio, enfocamos las tendencias de relaciones de conflicto, de colaboración, el grado de sustitución de un modelo por otro y examinamos en qué medida la existencia de ambos modelos ha favorecido u obstaculizado la participación e incidencia de la población en el ámbito local.

El cuarto capítulo se encarga de lo que fue el eje comparativo del 1er estudio, la participación en la organización de consultas del PIMM y del Presupuesto. Aquí nos interesará destacar las facilidades que cada modelo ofreció para participar, la cantidad de propuestas presentadas y tomadas en cuenta a través de cada mecanismo (CDM, CDC y CPC), y si se privilegió algún mecanismo en las consultas del PIMM y/o de los presupuestos. Ello implicará examinar si hubo o no exclusión de sectores de la población en las convocatorias por razones políticas.

En el quinto capítulo analizaremos las oportunidades que brindan los modelos para la participación de mujeres y hombres, la relación de participación mujeres/hombres, así como los márgenes que cada modelo ofrece para la presentación de demandas por género. En concreto nos planteamos responder las preguntas ¿Permite un modelo más que otro la presentación de necesidades por género?, ¿Hasta qué punto la organización de consultas sólo con mujeres ha tratado de llenar ese bache?. Y por último, intentaremos indagar qué modelo favorece más el liderazgo autónomo de las mujeres.

El sexto capítulo lo hemos dejado para tratar la condicionante externa más importante de las pasadas consultas de los presupuestos, las elecciones municipales. En esta parte abordamos la influencia que tuvieron las elecciones, en qué medida las consultas fueron aprovechadas para hacer proselitismo; enfatizaremos en el desempeño de los modelos participativos frente a las campañas electorales, y si hubo casos de exclusiones o condicionamientos por razones políticas.

El séptimo capítulo lo hemos reservado para unas conclusiones generales que no intentan ser “concluyentes”, sino más bien un punto y seguido que es una incitación a seguir interrogándonos, porque sólo los tontos y los auto complacidos se sienten contentos en el reino de sus pequeñas-grandes verdades.

 

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Date of Publication
Noviembre de 2009
Publisher
Centro de Estudios y Análisis Políticos (CEAP)
Number of Pages
83
Licence
All rights reserved
Table of contents

Presentación

Introducción

I. Abordajes conceptuales
La participación ciudadana como redistribución del poder
La participación ciudadana como bien público
La participación ciudadana en la producción de bienes públicos. El concepto de servucción.

II. Evolución de los CDM y de los CPC en 2008
A. Evolución de los CDM
Grado de organización interna
Actividades de los CDM en el 2008
Pluralismo dentro de los CDM
Evolución de otros espacios participativos
Legitimidad de los CDM
B. Evolución de los CPC
Grado de organización interna
Funcionamiento ordinario
Actividades de los CPC en el 2008
Relaciones con otras organizaciones comunitarias
Grado de pluralismo
Legitimidad: grado de participación y obstáculos

III. Relación entre modelos participativos

IV. El desempeño de ambos modelos en el proceso de la elaboración de los presupuestos municipales
El carácter democrático de las consultas
La consulta y los mecanismos participativos
Amplitud de las consultas
Sustitución de las consultas de los presupuestos por las consultas del PIMM y PIA
Modelos privilegiados para hacer las consultas.
Grandes líneas de inversión y porcentajes asignados
Sectores que han estado demandando ser incluidos
Equidad en la inversión por área geográfica
Uso de las transferencias fiscales.
Acceso a la información pública.

V. Oportunidades para integrar las demandas desde una perspectiva de género
Oportunidades para la participación de las mujeres
Oportunidades altamente formalizadas.
Proyectos para mujeres
Aporte de los modelos participativos a la construcción de liderazgos autónomos de mujeres.
Elaboración de los presupuestos municipales desde la perspectiva de las relaciones de género.

VI. Influencia de la campaña electoral en las consultas de los presupuestos municipales.
Papel de las alcaldías ante las candidaturas
Comportamiento de los modelos participativos
Limitaciones de las consultas causadas por las elecciones

VII. Conclusiones generales

VIII. Bibliografía citada

IX. Anexos

Metodología de trabajo

Municipios seleccionados para el estudio

Siglas y acrónimos utilizados