Agrocombustibles: La situación de Nicaragua en el contexto regional

PRESENTACIÓN

En el 2008 fuimos testigos de un desmesurado aumento de los precios de los alimentos en casi todo el mundo. Incremento con fuertes consecuencias para los sectores sociales más vulnerables. De acuerdo con el Banco Mundial, el incremento en el precio del arroz llevó a 100 millones de personas a vivir por debajo del umbral de la pobreza. El presidente de este organismo, Robert Zoellick, declaró que los agrocombustibles “contribuyen significativamente” en este problema y afirmó que el uso de maíz para etanol en Estados Unidos había consumido más del 75 por ciento de la producción mundial de ese cereal desde 2006 al 2008.

La conexión entre crisis alimentaria y agrocombustibles, hasta ese momento negada y posteriormente reconocida por gobiernos y organismos internacionales, contribuyó que el debate -iniciado por amplios sectores de organizaciones campesinas, sociales y ambientales- cobrara mayor fuerza. Estas organizaciones advirtieron sobre los peligros de los agrocombustibles, no sólo en términos del riesgo en para la alimentación de las personas más desfavorecidas, sino también sobre sus supuestos beneficios para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y disminuir la dependencia energética de la importación del petróleo.

Es claro que los agrocombustibles no son la solución mágica para frenar los problemas ambientales y energéticos. No se trata solo de sustituir un combustible fósil por otro elaborado con recursos renovables. La realidad es mas compleja. Sabemos que el cambio climático
es una manifestación radical de la injusticia global. Los más afectados por las manifestaciones del calentamiento global son los más pobres de nuestro planeta, aquellos que menos contribuyeron a causar el cambio climático. Por lo tanto, cuando hablamos de energías alternativas para frenar el cambio climático -como los agrocombustibles- debemos asegurarnos que las manifestaciones de injusticia no persistan. Tenemos que garantizar que no sean los sectores sociales más pobres quienes paguen de nueva cuenta el precio; impedir este alto costo social que finalmente permita que la clase media global pueda mantener su manera de vivir, esta vez -al parecer- con una “buena voluntad” al querer reducir las emisiones. Necesitamos de una política integral que considere las necesidades sociales en el mismo nivel de importancia como las necesidades ambientales.

Para resolver los inminentes problemas de seguridad energética que enfrentan la gran mayoría de los países del Sur como del Norte, se requiere escalar la discusión más allá de los agrocombustibles. Para alcanzar un futuro energético sustentable, la bioenergía debe ser entendida de manera conjunta con otras medidas técnicas, políticas y sociales para reducir el consumo energético, aumentar el uso eficiente de la energía y promover otras fuentes de energía alternativa al uso del petróleo, como las energías renovables.

La soberanía alimentaria y energética deben tener como base la democracia y la participación ciudadana. Son las regiones y sus ciudadanos quienes deberán contribuir activamente en la toma de decisiones sobre qué, cuánto y cómo producir alimentos y energía. Deben considerar las potencialidades, necesidades y soluciones apropiadas para cada región.

En este sentido, este documento busca promover el debate y la reflexión en los diferentes sectores del país, que permita orientar el rumbo y precisar precauciones que deben asumirse en relación al tema alimentario y energético, considerando los ámbitos técnicos, jurídicos, ambientales y políticos que es necesario tomar en cuenta en la toma de decisiones. Esperamos que este esfuerzo logre este propósito en el seno de los funcionarios públicos, el sector privado, la sociedad civil nicaragüense, y en general de la región, en aras de definir un camino que contribuya a la independencia energética del país con sustenibilidad ambiental y equidad social.

Ingrid Spiller, Directora Regional, Oficina Regional para México, CA y Cuba
Lina Pohl, Directora Local, Oficina El Salvado

 

Product details
Date of Publication
Noviembre de 2008
Publisher
Heinrich Böll Stiftung - México, Centroamérica y el Caribe
Number of Pages
53
Licence
All rights reserved
Table of contents

1. INTRODUCCIÓN

2. METODOLOGÍA

3. CONTEXTO GENERAL Y CENTROAMERICANO
3.1. Biocombustibles o Agrocombustibles?
3.2. Desarrollo tecnológico para la producción de Etanol y Biodiesel
3.3. La Experiencia de Brasil
3.4. La situación en Centroamérica
3.4.1. Costa Rica
3.4.2. El Salvador
3.4.3. Honduras
3.4.4. Guatemala

4. SITUACIÓN EN NICARAGUA
4.1. Los Agrocombustibles y la matriz energética del país
4.2. La situación del Etanol
4.3. La situación con el Biodiesel
4.4. Agrocombustibles versus Alimentos

5. POLÍTICAS DE FOMENTO Y MARCO JURÍDICO EN NICARAGUA
5.1. Políticas de Fomento a los Agrocombustibles
5.2. La ley sobre Agrocombustibles
5.3. Participación de los pequeños productores

6. LOTECNOLÓGICO, LA INVESTIGACIÓN Y LA FORMACIÓN DE RECURSOS HUMANOS EN NICARAGUA
6.1. Tecnología ¿al alcance de quién?
6.2. Las capacidades de Investigación. La segunda generación de tecnologías de biocombustible
6.3. Formación de Recursos Humanos
6.4. Aspectos Ambientales
6.4.1. En su fase agrícola (producción de materias primas agrícolas):
6.4.2. En su fase industrial (fabricación de los agrocombustibles):
6.4.3. En su fase de consumo (combustión):
6.4.4. Tecnologías ambientales:
6.5. Los actores / Roles

7. CONDICIONES FAVORABLES Y OBSTÁCULOS
7.1. Condiciones favorables
7.2. Obstáculos

8. CONCLUSIONES

9. BIBLIOGRAFÍA

10. ANEXOX