El fracking se ha desarrollado en México desde hace años, al menos desde 2010. La práctica se ha hecho bajo la opacidad y discrecionalidad de los gobiernos en turno, violando múltiples derechos humanos, como el derecho a un medio ambiente sano, al agua, a la salud, a la participación ciudadana, a la información, a la seguridad social, al bienestar, a la consulta y a la tierra y al territorio.
El Estado mexicano ha realizado, y pretende seguir realizando, fracturación hidráulica para hidrocarburos no convencionales, sin considerar que en los territorios habitan hombres y mujeres que son sujetos de derechos; lo ha hecho bajo el discurso y la promesa del desarrollo, sin informar al menos de los potenciales riesgos de esta práctica, prohibida en otros países.
Por ello, en este informe pretendemos dar a conocer, por un lado, quiénes son las personas, en particular las mujeres que viven en los territorios donde ya se ha realizado o se realizará fracking. Consideramos relevante aportar cifras, datos y características de las mujeres que están en riesgo, con el fin de que, el actual gobierno, tome en cuenta esta información y concrete la prohibición de esta práctica. Describir el estilo de vida de estas mujeres y los desafíos que enfrentan con base sólo en análisis geoestadísticos y fuentes de información oficiales es sin duda insuficiente. Aun así, los datos que encontramos son alarmantes, mujeres sin acceso al agua ni a la salud viven en territorios donde hay planes para extraer hidrocarburos no convencionales mediante fracking.
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Este artículo se publicó el 24 de enero de 2019 en la página de Fundar. Ver publicación original.