Y después de la mina ¿qué?
En México, en los sitios en donde históricamente se han realizado actividades mineras, sobresalen casos de abandono o de inadecuados trabajos de mitigación ambiental, rehabilitación y manejo de desechos. La falta de una política específica sobre cierre de minas en el país provoca incertidumbre cuando las actividades mineras se interrumpen, temporal o permanentemente, así sea de forma parcial o total.
La falta de un proceso de cierre de minas adecuado afecta al medio ambiente, a la sociedad y a las economías locales. Asimismo genera, las más de las veces, pasivos ambientales que se suman a la incertidumbre por el futuro próximo de las regiones donde se han asentado proyectos mineros. A la fecha, es muy común encontrar que quienes se hacen cargo, en alguna medida, de la reparación de daños y el tratamiento de dichos impactos ambientales son los gobiernos, quienes no han sido capaces de atender la situación generalizada de abandono de sitios mineros en el país.
El tema es relevante para el sector minero y ambiental, ya que a la mitad de 2021, 21 entidades federativas tenían, al menos, la mitad de sus proyectos mineros en fase incierta de postergación.
Lejos de normalizar el abandono de minas, este informe es un llamado a la acción para comprender mejor el problema y brindar elementos básicos para el diseño de una política pública para el adecuado cierre de minas