Originalmente, el propósito de la economía verde fue abrir un espacio político para que se diera una discusión más profunda. Pero como tal, y como se argumenta en este libro, dicha discusión tiene que trascender una mera “economización” de la naturaleza y la búsqueda de respuestas tecnológicas rápidas. Por el contrario, se debe establecer una nueva “ecología política” y participar ampliamente en la formulación de una nueva y más profunda agenda para el cambio. Hoy más que nunca resulta clara la pertinencia de esta tarea.
La biología sintética se ha discutido en el Convenio sobre Diversidad Biológica (CDB) los últimos seis años. La COP13 en Cancún es un momento importante para que el Convenio establezca un proceso continuo de gobernanza en este campo.