Con un espectáculo de cabaret a cargo de Tareke Ortiz y la participación de especialistas en ciencia y cambio climático se presentó el libro Geoingeniería. El gran fraude climático.
Editado por la Fundación Heinrich Böll, el Grupo ETC y Biofuelwatch, este libro busca dar a conocer el contexto, los objetivos, actores y rápidos desarrollos actualmente en marcha para impulsar la manipulación intencional y a gran escala de los sistemas climáticos de la Tierra, alertando sobre los riesgos de apostar por la geoingeniería para revertir la crisis climática mundial.
Silvia Ribeiro, directora para América Latina del Grupo ETC explicó que “las propuestas de manipulación del clima o geoingeniería climática conllevan riesgos inaceptables, como dejar sin fuentes de agua y alimentos a millones de personas e incluso empeorar el cambio climático.”
El libro, disponible gratuitamente en mx.boell.org, señala que el desarrollo activo de herramientas y experimentos de geoingeniería propicia el retraso de las acciones para enfrentar el calentamiento global y ofrece una justificación para aminorar las restricciones que deberían imponerse a las industrias altamente emisoras de carbono. “Funciona como una excusa perfecta para los gobiernos que no quieren tomar medidas reales para enfrentar el cambio climático: con geoingeniería pretenden disfrazar algunos síntomas de la crisis climática, pero como las causas del cambio climático permanecen intactas, el caos climático empeorará, dejándole a las próximas generaciones la crisis climática y, además, los impactos adicionales consecuencia de la geoingeniería”, puntualizó Ribeiro.
Los países y las corporaciones que actual e históricamente son los mayores emisores de gases de efecto invernadero son también la sede de las organizaciones y universidades que están más activas invirtiendo en investigación para el desarrollo de la geoingeniería y todo lo relacionado con su propiedad intelectual. Algunas de las voces que exigen más investigación para el desarrollo de la geoingeniería provienen de centros de difusión de ideas neoconservadoras cercanos a la industria de los combustibles fósiles, los mismos centros que anteriormente promovían la negación del cambio climático.
Emilio Godoy, periodista de investigación que sigue diversos procesos de negociación internacionales, recordó que “la Convención sobre Diversidad Biológica mantiene desde 2008 una moratoria a las tecnologías de geoingeniería, debido a los riesgos que conllevan y a pesar de la presión de los países y empresas promotoras. Por lo contrario, la Asamblea de Naciones Unidas para el Medio Ambiente no pudo aprobar en marzo último una resolución sobre la gobernanza de esas técnicas, debido a la postura de países como Estados Unidos y Arabia Saudita. Mientras, en sus informes de 2013 y 2018, el Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático aludió a la geoingeniería, lo cual denota interés del grupo por considerarla como acciones para combatir el caos climático. El IPCC debería excluir esas técnicas de sus reportes.”
"La Fundación está interesada en plantear a través de esta publicación, el debate en torno a la promoción de tecnologías para la manipulación del clima", añadió Dawid Bartelt, director de la Fundación Heinrich Böll Ciudad de México - México y El Caribe. "Es necesario recapacitar y emprender acciones que influyan en las causas del cambio climático, como el consumo de energía, la urbanización descontrolada, la agricultura extensiva y los cambios de uso de suelo, para evitar las consecuencias que podría traer para la humanidad el uso de tecnologías cuyas consecuencias no han sido plenamente evaluadas."