- La ciclovía ya tiene demanda: se registraron 2,103 viajes diarios, 85% vinculados con trabajo, escuela y reparto.
- Aunque la infraestructura aún no está concluida, 79% de las personas ciclistas ya circulan sobre el espacio destinado a la ciclovía.
Organizaciones de la sociedad civil dieron a conocer los resultados del conteo ciclista realizado sobre la Ciclovía “Gran Tenochtitlán” en Calzada de Tlalpan. Los datos muestran que este corredor ya cumple una función esencial en la movilidad cotidiana de la ciudad. Incluso sin estar concluida, la obra en marcha responde a una necesidad ciudadana que trasciende al campeonato mundial de fútbol que la Ciudad de México recibirá en 2026.
Durante jornadas de medición de 14 horas continuas en días hábiles, se registraron en promedio 2,103 viajes ciclistas al día. De éstos, 85% corresponde a viajes cotidianos relacionados con trabajo, escuela, trayectos para abordar otro transporte, reparto de mercancías o actividades esenciales. Se observaron picos de hasta 229 viajes por hora. El tramo entre Metro San Antonio Abad y Metro Viaducto concentró 893 viajes diarios, lo que confirma la interacción entre diferentes modos de transporte de la ciclovía al conectar con la Línea 2 del Metro y rutas de transporte concesionado.
Las organizaciones señalaron que esta tendencia no es nueva. “En Reforma, tras la apertura de la ciclovía modelo y la introducción de Ecobici, el número de personas usuarias se multiplicó hasta por veinte, con incrementos anuales de 42%, 34% y 19% de 2011 a 2013. En Insurgentes, durante la implementación de la ciclovía emergente durante la pandemia en 2020, los viajes ciclistas pasaron de 17,838 a 25,397 viajes diarios, entre julio y septiembre”. Puntualizó el especialista Victor Hugo Alvarado, coordinador del conteo ciclista en Tlalpan.
“Cuando existe infraestructura segura, las personas la usan. Y no solo eso, también aumenta la aprobación social: en la ciclovía de Insurgentes, 95% de las personas usuarias, 54% de comerciantes y automovilistas y 73% de usuarios de Metrobús estuvieron a favor de su permanencia. Además, entre quienes antes usaban automóvil, una de cada tres migró al uso de la bicicleta”, indicó Dolores Rojas, de la Fundación Heinrich Böll, organización que ha analizado el uso diferenciado entre hombres y mujeres de las ciclovías de Insurgentes, Camarones y Tlalpan.
De acuerdo con documentos del Gobierno de la Ciudad de México, la ciclovía “Gran Tenochtitlán” fue concebida como una infraestructura de movilidad sostenible para mejorar la seguridad vial, reducir tránsito y contaminación, e integrar áreas con vegetación y espacios de convivencia donde peatones, ciclistas y automovilistas puedan coexistir de manera armónica. En marzo de 2025, se aprobaron 115 millones de pesos para su ejecución. El proyecto contempla aproximadamente 15 kilómetros de ciclovía en ambos sentidos sobre Calzada de Tlalpan, además de conexiones con otras ciclovías, lo que suma 79 kilómetros de intervención.
La ciclovía de Tlalpan facilita viajes diarios, accesibles y seguros: 91% de los traslados se realiza en bicicleta de tracción humana, 5% en modos eléctricos (monopatines o bicimotos) y 4% en otros modos. Aunque la infraestructura aún no está concluida, se observó que el 79% de las personas ciclistas ya circula sobre el espacio destinado a la ciclovía, evidencia de la demanda previa a la ciclovía. 99% de ciclistas observados evita circular por los carriles de la izquierda, la nueva infraestructura reducirá la exposición a riesgos viales.
El estudio pone énfasis en la urgencia de que las obras tomen en cuenta las necesidades de las mujeres y de las personas con discapacidad, ya que históricamente la movilidad se ha planeado desde las necesidades de los hombres, dejando fuera los desplazamientos asociados a los cuidados y la seguridad en el espacio público. Según el conteo, las mujeres representan 8% de las personas usuarias y su presencia disminuye notoriamente después de las 19:00 horas, lo que evidencia que la percepción de seguridad se relaciona con la iluminación y el diseño urbano.
Según datos de la SSC, en este corredor ocurre un promedio anual de 12 siniestros viales con ciclistas involucrados. La evidencia nacional e internacional muestra que cuando la infraestructura ciclista está bien diseñada y cuenta con confinamiento físico, los siniestros se reducen entre 30% y 50%.
“Promover la movilidad activa a través de esta ciclovía es un acierto, sin embargo, debe ser parte de una política pública con objetivos definidos y su atención no debe limitarse a un evento masivo. Igual de importante que su adecuada construcción es el mantenimiento y obras complementarias de señalización, biciestacionamientos e iluminación. Hacemos un llamado a las autoridades a reforzar la socialización del proyecto e involucrar a más organizaciones para comunicar eficazmente su beneficios”, señaló Bernardo Baranda, del ITDP.
“Los datos de este conteo ciclista complementan la información con la que la Ciudad de México cuenta para fortalecer la intermodalidad, reconociendo a la bicicleta y a otros modos no motorizados como parte fundamental de la cadena de viajes de la ciudad, y con ello promover alternativas reales para reducir la dependencia del automóvil y de los combustibles fósiles”, afirmó Julieta Leo, del Centro Mario Molina.
A partir de los hallazgos del estudio, las organizaciones recomiendan que la implementación de la ciclovía “Gran Tenochtitlán” contemple espacios accesibles y seguros de ascenso y descenso para usuarias y usuarios de la vía, incluyendo pacientes hospitalarios y acompañantes, personas con discapacidad o movilidad limitada, trabajadoras sexuales y que incorpore: la instalación de biciestacionamientos en puntos estratégicos a partir de necesidades locales e intermodales, el establecimiento de indicadores de reducción siniestros viales y un registro de mitigación de gases de efecto invernadero atribuible al uso de la ciclovía.
El estudio impulsado por la Fundación Heinrich Böll, cuenta con el respaldo de CoRe Ciudades Vivibles y Amables, A. C., el Centro Mario Molina, el Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo (ITDP) y SUR | Instituto del Sur Urbano.